Orientación del trabajo de recuperación de la autoestima perdida
De acuerdo con lo planteado, queda claro el rol fundamental que cumplen los padres, o las personas encargadas del cuidado del niño, en su condición de figuras de apego primordiales.
El niño construirá su identidad a partir de su experiencia de relación con sus figuras de apego, por lo que el trabajo con los padres está orientado a entregarles las distinciones básicas para mantener y sostener una relación de apoyo y contención con sus hijos.
El primer elemento a despejar en este trabajo se refiere a legitimar los contenidos emocionales de los padres en relación con el síndrome de Turner. Es muy natural la tendencia de los padres a negar la existencia de emociones y sentimientos disfuncionales respecto de la condición de sus hijas, consistentes en culpas, vergüenzas, rabia, tristeza y miedo. Al negarlas y relegarlas a al sótano de la conciencia, estas emociones siguen actuando desde las sombras y se reflejarán en una mirada de lástima, en un gesto de rechazo o en una frase de reproche, que será vivida por la niña como una muestra inequívoca de rechazo.
El primer trabajo, en sesiones individuales con los padres, está orientado a validar estas emociones, darles cabida y aprender a neutralizarlas en su interacción cotidiana con la niña. Junto con ello, los padres deben aprender a reconocer y validar las emociones en sus hijos y acogerlos cuando las expresan, lo que resulta muy importante para el niño. Existe la tendencia natural a intentar sacar a las personas de sus emociones, como consecuencia de nuestro propio temor a dichas emociones. Si el niño está triste, tratamos de sacarlo de su tristeza, de formas muy inadecuadas. Si está enojado, le prohibimos que manifieste su enojo, si está asustado lo ridiculizamos para, supuestamente, hacerle ver lo absurdo de su miedo. En buenas cuentas, no respetamos y validamos las emociones infantiles, lo que crea inseguridad y sentimientos de inadecuación en ellos.
Existen también otras distinciones útiles. Los seres humanos nos validamos en la mirada de las personas que nos rodean. Mirar al hijo y sostener la mirada, con toda la frecuencia que sea posible, le estará entregando al infante una poderosa señal de que es visto y apreciado por sus figuras de apego, lo que contribuirá a generar autoconfianza.
Respetar sus ritmos y sus necesidades. Existe una tendencia natural a reglamentar todos los actos cotidianos, como poner horarios rígidos para comer, acostarse, lavarse los dientes, etc. En este legítimo afán por estructurar la vida familiar de acuerdo con las necesidades de la familia y la creación de hábitos, solemos “pasar a llevar” algunos derechos básicos del niño, como obligarlo a comer cuando no tiene hambre, a abrigarse cuando no tiene frío, a dormir cuando no tiene sueño y prestamos poca atención a sus pedidos específicos, hasta que el niño deja de confiar en sus propias señales internas y necesidades, y se doblega a la voluntad de sus mayores, con importante pérdida de su autoestima y necesidad de autoafirmación. De ahí en adelante, estará necesitando siempre de la atención externa, tornándose manipulador.
Sobre estas bases, he aquí pautas concretas para incrementar la autoestima de los hijos:
1.- No te desgastes en luchas de Poder en enfrentamientos de los que es probable que nadie salga victorioso.
- A quién tienes que controlar es a ti mismo, no a tu hijo.
- Proporciona a tu hijo más de una opción a elegir.
- Usa el sentido del humor.
- Has preguntas en vez de dar ordenes.
Por ejemplo ¿qué debo hacer yo, si no haces lo que te he pedido? , ¿vas a hacerlo antes o después de que discutamos por ello?, ¿dónde te gustaría discutir esto, aquí o en otro lugar?, si tu no haces esto por mi ¿qué te gustaría que yo no hiciera por ti?, ¿como piensas hacerlo?, ¿vas a hacerlo ahora que te lo pido amablemente o tengo que empezar a gritar?…
2.- Dile cosas agradables a tus hijos de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan, puedes decir algo agradable sobre :
- Una característica personal favorable del niño para demostrarle que no siempre tiene que hacer algo para merecer elogios.
- Algo que haya hecho tu hijo.
- Ti mismo, para mostrar que te valoras. Con ello estas diciendo que es posible sentirse bien uno mismo sin buscar continuamente la aprobación de los demás.
- Otras personas para mostrar que esta bien tener buenos pensamientos y sentimientos hacia los demás.
3.- Es importante ser raro. Acepta ser raro. No dejes que tus hijos piensen que ellos son más raros que sus padres.
- Como padres tienes que tener alguna pasión. Hobby o interés en particular.
- Puedes decir cosas de vez en cuando que el niño no espera. Permítete ser un poco “niño” y romper la etiqueta.
- Pasa mucho tiempo a solas con tu hijo para que pueda conocer tu verdadero Yo.
- Háblale a tu hijo de las cosas que a ti te interesan aunque parezca que ellos no te van a entender.
- Muestra tus propios sentimientos, sean los que sean.
- Defiende tus ideas con fuerza, pero no exijas a tus hijos que ellos tengan las mismas opiniones que tú.
- No ridiculices algo que tu hijo se toma muy en serio.
4.- No hagas cosas por tus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, a menos que estés seguro de que te devolverán el favor.
- No vigiles a tus hijos esperando que algo les va a salir mal.
- Cuando cometan errores o fracasan, interésate más por lo que han podido aprender que por corregirles.
5.- esfuérzate en tener tu autoestima alta. Si los padres no la tienen, sus hijos tampoco.
- No olvides que tienes una vida en pareja que no incluye niños. Permítete pasar tiempo con tu pareja, sin niños.
- Ofrécete tiempo y satisfacciones personales que te hagan sentir lleno.
- No te dejes en segundo lugar, tu eres tan importante como tu pareja e hijos.
6.-Es importante que tu pidas disculpas cuando no cumplas tus propios niveles de exigencia al tratar a tus hijos
- el aprenderá que admitir un error antes de poder corregirlo
- aprenderá que es importante ser sincero y que no ocurre nada.
- Aprenden que no siempre se ha de tener razón y que, aunque alguien este equivocado, sigue siendo una magnifica persona.
- Aprenderá que una buena familia se reparan los sentimientos desagradables desencadenados por un error cometido.