La DGH puede afectar nuestra calidad de vida
Si tiene diagnóstico de DGH debido a niveles de secreción de hormona del crecimiento ausentes o bajos tal vez experimente diversos síntomas físicos y emocionales distintos. A menudo los pacientes informan sentirse cansados, apáticos, fatigados y con falta de motivación. Algunos individuos también informan sentirse ansiosos, irritables, con pérdida de interés en el sexo y una sensación generalizada de tristeza y pesimismo respecto a sus vidas. Debido a estos efectos, las personas con DGH tienden a evitar el contacto con otros, muestran signos de estrés en su matrimonio y experimentan una disminución gradual en su productividad laboral. La calidad de vida comienza a declinar y el individuo, afectado sufre a menudo en silencio. Este artículo se entrega para ayudarlo a comprender estos sentimientos y las acciones que puede iniciar para mejorar su vida.
Formas en que la GH puede causar cambios en el ánimo y las emociones
Aunque la denominamos hormona del “crecimiento”, la GH tiene en realidad muchas otras funciones además de contribuir al crecimiento. La GH es una potente hormona cerebral que se piensa, cumple un rol importante en estimular y controlar zonas del cerebro que regulan los estados de ánimo y las emociones. Ciertas sustancias químicas en el cerebro denominadas neurotransmisores dependen de los efectos de la GH para ayudarlos a transportar sus mensajes entre los centros cerebrales. Si la GH no está disponible, es posible que estas funciones no se ejecuten adecuadamente y el resultado pueden ser cambios descontrolados en las funciones psicológicas. Los individuos se pueden sentir con ansiedad, depresión o bien preocupados sin una causa evidente cuando esto ocurre, lo que podría causar cambios conductuales o una disminución en la actividad social.
Un sentimiento negativo y de tristeza podría dominar el estado de ánimo, eclipsando los sentimientos positivos y de placer. Un individuo afectado se podría sentir incapaz de disfrutar la vida y carecer de motivación para realizar cambio s en su circunstancia particular. Es importante recordar que estos cambios emocionales no son habitualmente relacionados en forma directa con los eventos de la vida real y por lo tanto son difíciles de prever. La investigación indica que muchos pacientes con DGH sufren estos síntomas en forma aislada y no los comunican a su médico. Esto es lamentable porque existen varios tratamientos disponibles para ayudar a manejar estos problemas.
DGH en el niño versus DGH en el adulto
Los niños que tienen DGH a menudo crecen con problemas relacionados con su baja estatura, se sienten infelices con la imagen de si mismos, tienen pocos amigos y es probable que tampoco les vaya bien en la escuela. Muchos niños bajos son amedrantados y apodados con sobrenombres crueles como “deforme” o “enano”, los que son muy dolorosos. Estas dificultades pueden tener un fuerte efecto en el autoestima y las habilidades sociales, y si estos efectos son llevados a la vida adulta, la calidad de vida puede ser más compleja y por lo tanto difícil de cambiar. Por el contrario, los adultos que desarrollan DGH con posterioridad en la vida podrían ser sorprendidos por sus cambios emocionales y síntomas psicológicos, pero debido a su experiencia y madurez anteriores, están mejor preparados para encontrar una solución. Cualquiera sea el caso, la consulta con el médico puede llevar a opciones terapéuticas adecuadas.
Problemas de la estatura baja
La estatura baja en la niñez puede ser corregida mediante el tratamiento con GH, pero la estatura sobre el promedio no se logra en todos los pacientes. Sentirse “bajo” y por lo tanto distinto a los otros podría llevar a problemas de ajuste secundario que pueden incluir los efectos biológicos de la DGH antes mencionados. Si se desarrolla una mala autoimagen, podría surgir una disminución de la autoestima, ansiedad, pesimismo o incluso depresión. Los signos comunes de esto son: sensación de aislamiento respecto a otros, “marginado” o rechazado, volviéndose sarcástico o cínico, demasiado sensible a la crítica o carecen de ambición y motivación. Nadie tiene todos estos síntomas al mismo tiempo, pero cualquiera de ellos o una combinación de estos síntomas indica que debería buscar ayuda, ya sea de un consejero o su médico.
¿Qué se puede hacer para ayudarlo?
Se deben sentir completamente cómodo al conversar con el médico respecto a cualquier problema que tendrá en relación con sus sentimientos o emociones. En algunos casos podría ser que la terapia de reemplazo con GH genere una diferencia significativa en su sensación de bienestar y no se requiera nada más. En otros casos, la medicación para controlar la ansiedad o depresión puede ser útil. Ciertas formas de asesoría también modifican la ansiedad y la depresión al cambiar creencias negativas y disfuncionales y patrones mentales. Esto se denomina terapia cognitiva-conductual y es aplicada habitualmente por un psicólogo con entrenamiento especial. Todas estas opciones pueden ser analizadas con su médico, quien lo ayudara a tomar las mejores decisiones.
Grupos de apoyo
Muchos personas que tienen afecciones medicas crónicas encuentran útil y gratificante asistir en forma regular a una sesión grupal con otros que tienen problemas similares. Estos grupos de autoayuda son efectivos para pacientes con afecciones como diabetes, cáncer y artritis. Dentro de un grupo seguro y de respaldo puede aprender a comprender, aceptar y manejar su afección mediante el apoyo mutuo, compartir información y resolver problemas en base a la experiencia de otros.
Contribución;
Brian Stabler, Ph. D.