Niña - Corporación Crecer

Cuando la talla baja es un problema grande

El importante aumento de las consultas por este problema, se debe en parte, a las mayores expectativas de los padres sobre la talla de sus hijos y al mayor número de tratamientos existentes, entre ellos la utilización de la hormona de crecimiento, la que se indica con excelente respuesta solo ante su déficit y de otras enfermedades aceptadas por organismos internacionales.

Las consultas más frecuentes que reciben los endocrinólogos infantiles tienen relación con el desarrollo puberal adelantado, problemas a la tiroides y talla baja.

Las dudas en relación a la estatura son cada vez comunes y transversales a todos los estratos socioeconómicos, afectando a ambos sexos. «La estatura viene definida en los genes, lo único que uno puede hacer es intervenir en los factores que frenan la velocidad de crecimiento y que hacen que la talla sea menor a la esperada ¿Cómo sabe uno cuál es la esperada?, hay que considerar que en esto interviene la estatura de los padres, pero también de los abuelos, bisabuelos y tíos. Es importante que los pediatras detecten tempranamente los problemas de crecimiento y los remitan al especialista para de esta manera obtener el mejor resultado de tratamiento en caso de requerirlo», explica el Dr. Santiago Muzzo, presidente de la Corporación Crecer.

Los niños chilenos son más altos que antes, así en los años 50 y 60 del siglo pasado eran 10 cm más bajos que los estadounidenses y hoy están casi en la misma altura. Ese enorme crecimiento, sobre todo en los estratos socioeconómicos más bajos, se relaciona con una mejoría de la nutrición, menos enfermedades especialmente las que previenen las vacunas y además menos diarreas infecciosas y enfermedades respiratorias a repetición, las que eran frecuentes en esos años en los niños desnutridos.

TRATAMIENTO ACTUAL

Las mayores expectativas de los padres sobre la talla y el aumento de las consultas sobre este tema, se debe en parte al mayor número de tratamientos existentes, entre ellos, la hormona de crecimiento.

Esta hormona, secretada por la glándula hipófisis ubicada en la base del cerebro, está indicada para niños con tumor en la hipófisis, insuficiencia renal crónica, padecimiento de enfermedades genéticas (síndrome de Turner o Prader Willi), con déficit de hormona o con baja talla idiopática, entre otras. Esta última significa que el niño presenta un pronóstico de talla baja, una estatura con tres desviaciones bajo el estándar de la media para su edad cronológica, velocidad de crecimiento lenta, y comparativamente mucho más pequeño que sus pares.

«Para que el endocrinólogo infantil decida utilizar hormona de crecimiento en un paciente debe realizar exámenes para medir el nivel de ésta en la sangre, revisar la curva de crecimiento y edad ósea del niño, y con eso tomar una decisión, suponiendo que no presente una patología base como las antes descritas.

Se agrega que es muy importante que el pediatra haga el diagnóstico tempranamente, siendo generalmente ellos los que detectan el problema, ya que mientras más tarde se inicie el tratamiento, menor es la posibilidad de llegar a una estatura aceptable.

Cuando se receta la hormona, es importante tener presente que «el medicamento solamente tiene cobertura por el estado cuando hay déficit de la hormona y por insuficiencia renal crónica, por secuela de tratamiento de cáncer. En el caso de talla baja idiopática, el sistema público y privado no la cubre. En otros países esta realidad es parecida.

PENSANDO EN LAS FAMILIAS

Una vez hecho el diagnóstico los padres se enfrentan a la problemática del acceso a la hormona, «sin duda el precio del tratamiento es muy alto y en muchas ocasiones fuera del alcance de la mayoría de las familias, produciendo inequidad en su acceso. Además, el valor del mismo se encarece aún más a mayor edad del niño, sin dejar de considerar que en general son tratamientos que se prolongan por años».

Es por eso que nace, hace 25 años, la Corporación Crecer, entidad sin fines de lucro que cuenta con todas las hormonas de crecimiento disponibles en Chile.

Cada año 30 pacientes se benefician de tratamiento completo gratuito, ellos son evaluados y supervisados cada seis meses con el objetivo de que el tratamiento sea correctamente administrado. «Los pacientes que acceden al programa de ayuda son derivados por su endocrinólogo tratante, desde cualquier punto del país. Ellos entran a un proceso de selección guiado por un asistente social para apoyar a los casos más vulnerables».

Además, la Corporación le ofrece al resto de las familias la posibilidad de comprar la hormona a un menor costo. Hoy con 1.300 pacientes activos, a lo largo de todo el país, a quienes se les despacha el tratamiento cumpliendo la cadena de frío para que el producto llegue en óptima calidad.

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